Compendio de todo esto de nada.

Mato y no muero, el poder que otorga la juventud porque son las horas que son y no puedo dormir; me estoy volviendo loca con tanto ulular.
Una calada, amarga o no, pero deseando que ellos de mayores se hagan conocidos para que todos puedan disfrutar de la dulzura que emanaban, porque hoy el café amargo supo dulce y hoy no hay música que satisfaga mis oídos.

La belleza de la simpleza...

...la ropa blanca tendida refulgía y el tren que se iba brillaba con luces de amanecer.

Y yo, mientras tanto, parada en mi silla contemplando todo y nada.




domingo, 15 de noviembre de 2009

Medicina para el alma.


Chútamela ya, que el maquillaje corrido casi llega a amargar el sabor dulce de mis labios.

No es solución vivir con ello, tampoco empezar de cero, la solución es empezar de cinco.
Frío y hielo, dolores en los riñones... La solución es diferente para cada uno pero siempre está dentro de cada uno.
Los culpables siempre son los demás, pero si esto lo pensara cada uno no habría culpables.
Pienso y me dejo traslucir entre líneas de disociaciones emocionales sin sentido, pero dolorosas cual menstruación.
Sólo quiero hacerte el amor y dejarme abrazar haciéndome la dormida, despierta sintiendo sus caricias.
Las copas de vino llegan a su fin, "tenemos que hablar", dos semanas después, igual.
Lloro y río, te acaricio el rostro, te beso y lloro. El peso de las emociones en mi alma me hiere como latigazos a esclavos egipcios.
Escóndete bajo la almohada y desaparece.
Adiós.
Mararía, si muriese mañana le diría "te quiero".