Mi cerebro que hace crócrócró me decía que ya era hora de publicar, que ya llevaba ocho comentarios en una entrada y que yo no podía ser tan acaparadora, aunque fuera buena, aunque fuera mala.
Pero ni la luz que se cuela por el balcón y me da en la cara (en mi habitación anochece a las catorce horas, ¡malditas montañas de cemento!), ni la luz de las velas, ni el aceite que se evapora, ni las bombillas, ni siquiera la oscuridad me inspiran.
Y es que cuando una pashmina negra te aprieta la cabeza no puedes hacer nada más que vegetalizar hasta que acabemos destilando alcohol de nuestras entrañas.
Eso sí, perfumado, frutal, manzana, melocotón y fresa, pero... ¿dónde está el olor a sexo?
En la tercera gaveta de la mesita de noche.
Ocho son pocos, para mí muchos, porque el ocho torcido es el infinito, y lo de infinito+1 que decía cuando me peleaba con mi hermana, no existe.
Porque hoy soy de letras y me ha dado por los números:
120 unidades por bolsa.
30 gramos por paquetito.
60 hojas por librillo
12 páginas por calendario.
50 mililitros por botellín de colonia cara/barata.
…
8 torcido besos para que se repartan por el cielo.
Mararía, llevo un rato con la cabeza de lado...
viernes, 29 de enero de 2010
Tres crós crós crós.
Publicado por Unscented Flower en 14:46 1 comentarios
Etiquetas: Cotidianismo., Delirios., Drogas.
lunes, 18 de enero de 2010
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