Compendio de todo esto de nada.

Mato y no muero, el poder que otorga la juventud porque son las horas que son y no puedo dormir; me estoy volviendo loca con tanto ulular.
Una calada, amarga o no, pero deseando que ellos de mayores se hagan conocidos para que todos puedan disfrutar de la dulzura que emanaban, porque hoy el café amargo supo dulce y hoy no hay música que satisfaga mis oídos.

La belleza de la simpleza...

...la ropa blanca tendida refulgía y el tren que se iba brillaba con luces de amanecer.

Y yo, mientras tanto, parada en mi silla contemplando todo y nada.




miércoles, 26 de agosto de 2009

Estos días.


El agua fría duele en los dientes.

El humo azul grisáceo asciende durante el día al dejar paso a los cubos de agua derramados para limpiar el patio de ceniza y sé que soy quien no soy, esto es la Patagonia española.
La tierra ya está labrada y no da frutos, de la vid quiero vomitar el vino, pero deliro...
Tengo el cuero cabelludo lleno de heridas dermatíticas que me emperro en buscar para arrancar la sangre coagulada y no sé qué decir, es todo tan incierto y cierto que no dejo que la luz penetre por las ventanas para que no me esclarezca, me gusta ausentarme del mundo, porque la limpiadora limpia y yo ensucio.
Es por toda esta suciedad que me abruman los colores, estoy descubriendo la gama cromática después de diecisiete años en este mundo, no sabía que me gustaran.
Desmonté una estantería y puse otra, los clavos se quedaron en el suelo y ahora se me clavan uno a uno, tengo la mente clavada y no crucificada, por suerte.
Últimamente me he evadido tanto que ya no tengo conexión ni conmigo misma, esto es malo, sólo quiero tomar cafe y no estoy enganchada al café, pero ya apenas salgo porque me aburre tanta monotonía pueblerina.
La gente aquí es muy rara, en serio, no es que sea gente cerrada de pueblo, es que es rara rara, me ahogo, me asfixio y caigo en un coma de-mente.
Y ahora no puedo ver porque mis ojos presté y sabes quien eres, verdad?

Mararía, ayúdame a salir de aquí.

domingo, 23 de agosto de 2009

Wandering.


Hace poco estaba en un coche, parada en mitad de una autopista, de camino a la ciudad donde pasaré los supuestos y seguros mejores años de mi vida. Mi madre hablaba por teléfono, y yo, muerta del asco, entonces me percaté que había un campo de girasoles al lado, no eran amarillos (por suerte) y miraban hacia el suelo, es raro eso en agosto, el sol subterráneo nos alumbra los bajo, jo jo.

Me paré en un barecito de carretera, carísimo, pero me gustó porque me sentí muy "Death Proof", y al fin llegué, problemas con la casera y bla bla bla, no tengo ganas de hablar de ello realmente, actualizo por Nina; Nina, que transmite belleza abstracta con sus palabras...
Y hoy vuelta a mi pueblecito, el camino hacia la estación de tren fue muy cómico, no había mujeres por la calle y los hombres estaban subiéndose por las paredes, todo eso recayó en mí.
Y yo recaí en que había muchos hombres que iban en cholas de andar por casa en la calle, vagabundos.

El tren brillaba con luces de amanecer.

Mararía, veo el mundo bello, ¡qué bien!


martes, 18 de agosto de 2009

En el lugar de la quietud.


Mi casa es pequeña; hay un armario con poca ropa y muchos chirimbolos, una cama llena de libros y paquetes de tabaco, casi no se puede ni dormir, y por no hablar de cómo está la estantería, hay un escritorio abarrotado de papeles sin sentido, una cocina llena de cafeteras sucias y un gran espacio vacío para bailar sin moverse, me ducho en el río y hago cositas en un agujero en el suelo.


Su espalda está cargada como una cuadriga en la que tenga que ser el conductor quien tire de los caballos. Incluso tuvo que salir antes del instituto.
Los pies están apoyados sobre el arcón, se encuentra cómoda.
Ha lavado la ropa a mano y la ha tendido. Goteaba mucho al principio y del peso que tenía toda la ropa las cuerdas cedían y a medida que la ropa se iba secando las cuerdas subían y subían.
Se despertó tarde y atontada, nada más levantarse vio la hora y la fecha, ahora no las recuerda, al final, se gasta mas energía pensando en cómo pensar que directamente pensando, pero al menos se piensa en cómo pensar; por eso se sentó en la fuente a esquematizar y en la escalinata del teatro del pueblo a esperar.
¡Qué agradable es el aire fresco sin sudor!

Soy incapaz de concentrarme, por eso no escribo, he copiado esto del diario de hace algunos años porque ya me daba pena abandonar esto, le estaban saliendo telas de araña...

Pienso que vivo donde no vivo.
Mararía, ahora me dedico a ver la belleza de la simpleza.

sábado, 8 de agosto de 2009

Duele.


Ya no pienso, ya ni siquiera existo.
Comenzaré abajo y acabaré arriba.
Me duelen las piernas ya que me paso veintitrés horas al día acostada porque levantarme me duele y marea.
Me duele la espalda por lo mismo, blablabla.
Del pecho para arriba todo está inundado de flubber (por decirlo así).
Me duele la garganta.
Tos.
Flemas.
Nariz tapiada como el palacio de Anastasia cuando regresa tras muchos años.
Ojos fotosensibles.
Otitis.
Dolor de cabeza.
Y duele tanto tanto que no soy capaz de dormir más de cinco horas seguidas, me aburro y duele. Por cierto, vean una película que se llama Amar-te Duele, es sudamericana, y preciosa.
No puedo toser porque si toso me duele la cabeza, pero tengo ganas de toser, y así un listado de muchas cosas puercas, no recordaba que la gripe doliera tanto, sobre todo un fin de semana en verano.
Pero lo peor de todo, lo PEOR, es el ESTADO FEBRIL, me aburro, apenas aguanto media hora de ordenador y otra media leyendo, todo a oscuras y me aburro tanto y tengo tanta fiebre que me entretengo imaginando conversaciones.
La última fue una entrevista de trabajo en una especie de granero o habitación de granja, ya saben, si les ofrecen bebidas alcohólicas rechacénlas alegando que no suelen beber (te suelen trancar con cositas así, que también se aprende de la fiebre oye).
Y bueno muchas otras alucinaciones dignas de un honguito que no encuentro palabras ni fuerzas para descibrir, que estoy malita jo.

Mararía, hemos vuelto a los 60s.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Hoy no tengo palabras.

Ha unos días para acá, incluyendo hoy, que no tengo palabras, vivo sumida en la monotonía más absoluta y aburrida y encima me reformo del etilismo que no elitismo así que mi mente se consume entre litros y litros de agua placébica.


Y no tengo palabras porque hoy fui cómplice de una de las escenas más bonitas que he tenido en mi vida, intentaré hacer que se imaginen bien lo que fue.

Esta tarde, como todas las tardes, iba yo en camino al café y me senté en un escaparate de turistas a liarme un cigarrillo, fue entonces cuando reconocí lejanamente una melodía que sabía que me gustaba pero que no reconocía... Aparecieron en escena dos hermanos y una hermana, muy muy pequeños, cogiditos de las manitas y muy tiernos, silbando con perfecta coordinación uno de los terceros movimientos de Mozart, cuando mi cigarrillo en proceso cayó al suelo y yo embobada, sentada, contemplando la belleza, uno de los niños giró la cabeza y reparó en mí, cogí mis bártulos y me fui rápido.

Ojalá de mayores se hagan famosos o algo para que todos puedan disfrutar de la dulzura que emanaban porque hoy el café amargo supo dulce y hoy no hay música que satisfaga mis oídos.

Mararía, hoy se ha roto mi monotonía.

domingo, 2 de agosto de 2009

Bianca.


Cosas que Bianca tiene que decir a diario:

- Le tenemos que embargar el equipo informático que compró el mes pasado...sí...sí...lo siento, órdenes de arriba.
- Le tenemos que embargar el coche que compró el mes pasado...sí...sí...lo siento, órdenes de arriba.
- Le tenemos que embargar la casa que compró el año pasado...sí...sí...lo siento, órdenes de arriba.
- Mira no puedes devolvernos el préstamo, somos conscientes del cierre de su empresa, es así que le embargamos todo aquél sitio donde haya construido su vida...sí...sí...lo siento, órdenes de arriba.

Y cuando todo esto queda dicho y redicho, la gente llora, se desgarra, ¡oh, no! ¡mi caaaaasaaaaa! Todas estas buenas personas son conocidos de Bianca, ella se lleva bien con ellos y le duele en el alma decir todo eso.

Al fin acabó la jornada de trabajo, Bianca regresa a casa, esta vez tocó un recorte de presupuesto en la calle de al lado, el ayuntamiento manda apagar un tramo de luces de una calle cada cierto tiempo para ahorrar dinero y siempre toca por donde vive Bianca y hay un sólo camino para llegar. Ya en casa, ¡qué alivio! y come un guiso pesado en pleno verano.

Echándose la siesta es consciente de que ya no se puede levantar, de que se le cae el mundo encima y se va a desmayar.
- Amaranta, llama a Ernesto (el ex-marido de Bianca) y dile que venga a buscarme.
Estas son las únicas palabras que consiguió articular, en brazos hasta el coche, una vez llegados al ambulatorio silla de ruedas.

Diazepam en vena, mucho hablar y de repente, silencio, vértigo, el mundo da vueltas y es de colores psicodélicos al estilo hippie. No voy a continuar con esto, todos ustedes saben cómo acabará, con rabia descontenida. Silencio, Bianca ya duerme.

Amaranta escucha Protection de Massive Attack.



Mararía, hay cosas que, como ésta, vienen de familia.