Compendio de todo esto de nada.

Mato y no muero, el poder que otorga la juventud porque son las horas que son y no puedo dormir; me estoy volviendo loca con tanto ulular.
Una calada, amarga o no, pero deseando que ellos de mayores se hagan conocidos para que todos puedan disfrutar de la dulzura que emanaban, porque hoy el café amargo supo dulce y hoy no hay música que satisfaga mis oídos.

La belleza de la simpleza...

...la ropa blanca tendida refulgía y el tren que se iba brillaba con luces de amanecer.

Y yo, mientras tanto, parada en mi silla contemplando todo y nada.




sábado, 19 de diciembre de 2009

No hay... ni... ni tampoco...

Somos las desamadas.
No vivimos la vida, estamos despiertas hasta que se nos apaga el fuego de las venas, para nosotras no existe la luz, a excepción las luces que indican el cierre de las discotecas, tan sólo hemos visto amaneceres estando ebrias y al llegar a casa, concluyendo aquél amanecer, bajamos las persianas y cerramos bien fuerte los ojos mientras la cerveza y la comida con muuucha salsa nos baja por la garganta de lija, ronca perdida. Nuestra vida es triste, ama y cree en dios nos decían, follamos y bebemos, es lo que decimos, y hacemos.
Una canción sensual y un poquito de amor carnal.
Otra noche en que la bomba ardió ya pasó.

Mararía, fiesta.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Velas aromáticas.

Vuelve a regalarme noches en vela bañadas en risas de plata. Historias secretas que andas escribiendo y aún no has empezado; quiero saberlas todas de tu boca. De tu piel quiero oler otra vez las frutas rojas, mediante abrazos que saben a fuego picaruelo. No puedo olvidar tus ojos castaños o azules observando brillantes la próxima sorpresa que el youtube nos tenía preparada.
Ven, siéntate a mi lado, cantemos juntos malsonando mejor que cacerolas y cuando acabemos y escriba esto, recógeme las lágrimas con besos.
Te echaré más de menos que a mi vida cuando se vaya al cuerno.
Y es que, a pesar de las diferencias en la sexualidad, he de admitir que te quiero casi tanto como a mí, no te quiero como amigo, te quiero como solo te quiero a ti.
Estoy deseando ese momento en que te abra la puerta y estés ahí, con el frío de la calle cortándote las mejillas que muy pronto serán coloraditas.
Nos veremos antes de que los sapos críen pelo =)
Willito, te quiero munchito.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Bombillas de bajo consumo.

Dos tapones rosas hacen sombra gracias a un flexo.
Necesito sexo.
Un ruido continuado no me deja intercambiar chismes, no me deja dormir, no me deja vivir...
Estoy ya muy harta y puteada, he llegado a un punto en el que nada me relaja, sólo me relaja no estar ni aquí ni allí.
Quiero volar como un colibrí.
Y sigue, y no se calla, y no puedo hacer nada.

Mararía, ya no quiero: sacar nada de este cuerpo, comer cosas ricas, beber alcohol bien fermentado en barricas, fumar buen tabaco, tomar café de cafetera, no quiero hacer nada de lo que me gustaba hacer cuando aun era yo.

He de decir adiós al blog, o tal vez ya lo dije, no dejaré de actualizar pero quisiera aclarar que la situación actual de poco actualizar se prolongará hasta que el mundo, hasta que el abastecedor, se apague.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Medicina para el alma.


Chútamela ya, que el maquillaje corrido casi llega a amargar el sabor dulce de mis labios.

No es solución vivir con ello, tampoco empezar de cero, la solución es empezar de cinco.
Frío y hielo, dolores en los riñones... La solución es diferente para cada uno pero siempre está dentro de cada uno.
Los culpables siempre son los demás, pero si esto lo pensara cada uno no habría culpables.
Pienso y me dejo traslucir entre líneas de disociaciones emocionales sin sentido, pero dolorosas cual menstruación.
Sólo quiero hacerte el amor y dejarme abrazar haciéndome la dormida, despierta sintiendo sus caricias.
Las copas de vino llegan a su fin, "tenemos que hablar", dos semanas después, igual.
Lloro y río, te acaricio el rostro, te beso y lloro. El peso de las emociones en mi alma me hiere como latigazos a esclavos egipcios.
Escóndete bajo la almohada y desaparece.
Adiós.
Mararía, si muriese mañana le diría "te quiero".

jueves, 17 de septiembre de 2009

Cutre.

En este mundo no hay cosas cutres, son cálidamente bohemias.

Decía Kawabata que los que podían apreciar la belleza pura son los niños, las mujeres jóvenes y los hombres moribundos.

Mararía, aun somos mujeres jóvenes.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Bajo el techado.


Ayer fui a un café lleno de viejos babosos y ludópatas. Sólo quería comprar tabaco y mi culo fue desgastado por cincuenta miradas atormentadas y desesperadas. Desde luego, no seré quien les dé amor.
Cuando me dispuse a abrir el cajetín del tabaco caí en la cuenta de que ayer, que fui al mismo café, quería tirar el plástico que sobra cuando abres el paquete y no había papeleras cerca, el plástico sudado se pegó a mi mano.
Y ayer, después de la mala fortuna del día anterior, quería tirarlo al suelo, que se fundiera y fuera la capa plástica protectora del suelo y a la vez contaminadora del medio ambiente, había una papelera enfrente que me hizo sentir muy mal.
La gente no se percata de que les llueven cigarros en las calvorotas de la fumadora empedernida del número cincuenta, última planta. Cabeza fumadora-Smoker head, de Laura Lynch.
Empieza a clarear, huele a café de cafetera, del agradable y no del café de viejotes. También se puede ver un imán con perlas de pegamento y ahora, sentada sola en la estación de tren mientras el mundo gira, el tren de mercancías se va.

El humo asciende lento, rasgando el cielo poco a poco, azul, gris, de todos los colores, porque decía Vermeer que dentro de cada color se aglomeraban todos los colores.

Mararía, me encanta viajar para llegar y quedarme en donde la vida se hunde entre borracheras y horas de estudio sin estudiar, ahora toca limpiar y para viajar no hay que llevar tacones, es la planicie de los pies sin puente.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Estoy muy muy muy bebida.


¡Splash! El vómito rebota contra el suelo y deja tras sí una huella negra y parece ser que nadie se da cuenta de que voy borracha y descalza por las calles afiladas.

Escribiendo, en un libro que de he leer, estoy sucia de callejón sin salida, no más que mi casa.
¡Cuidado! Puede ser peligrosa...
¿Peligrosa?
He bebido más que un alcohólico y apesto pero no soy peligrosa.
Necesito una ducha y en alcohol he sido bañada.

Ya pasó todo, ya pasé los días tirada en el suelo de pre-exámenes, ahora vienen los post-exámenes, pero tuve la decencia de actualizar para que nadie piense que he muerto o algo peor.

Mararía, sigo viva.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Estos días.


El agua fría duele en los dientes.

El humo azul grisáceo asciende durante el día al dejar paso a los cubos de agua derramados para limpiar el patio de ceniza y sé que soy quien no soy, esto es la Patagonia española.
La tierra ya está labrada y no da frutos, de la vid quiero vomitar el vino, pero deliro...
Tengo el cuero cabelludo lleno de heridas dermatíticas que me emperro en buscar para arrancar la sangre coagulada y no sé qué decir, es todo tan incierto y cierto que no dejo que la luz penetre por las ventanas para que no me esclarezca, me gusta ausentarme del mundo, porque la limpiadora limpia y yo ensucio.
Es por toda esta suciedad que me abruman los colores, estoy descubriendo la gama cromática después de diecisiete años en este mundo, no sabía que me gustaran.
Desmonté una estantería y puse otra, los clavos se quedaron en el suelo y ahora se me clavan uno a uno, tengo la mente clavada y no crucificada, por suerte.
Últimamente me he evadido tanto que ya no tengo conexión ni conmigo misma, esto es malo, sólo quiero tomar cafe y no estoy enganchada al café, pero ya apenas salgo porque me aburre tanta monotonía pueblerina.
La gente aquí es muy rara, en serio, no es que sea gente cerrada de pueblo, es que es rara rara, me ahogo, me asfixio y caigo en un coma de-mente.
Y ahora no puedo ver porque mis ojos presté y sabes quien eres, verdad?

Mararía, ayúdame a salir de aquí.

domingo, 23 de agosto de 2009

Wandering.


Hace poco estaba en un coche, parada en mitad de una autopista, de camino a la ciudad donde pasaré los supuestos y seguros mejores años de mi vida. Mi madre hablaba por teléfono, y yo, muerta del asco, entonces me percaté que había un campo de girasoles al lado, no eran amarillos (por suerte) y miraban hacia el suelo, es raro eso en agosto, el sol subterráneo nos alumbra los bajo, jo jo.

Me paré en un barecito de carretera, carísimo, pero me gustó porque me sentí muy "Death Proof", y al fin llegué, problemas con la casera y bla bla bla, no tengo ganas de hablar de ello realmente, actualizo por Nina; Nina, que transmite belleza abstracta con sus palabras...
Y hoy vuelta a mi pueblecito, el camino hacia la estación de tren fue muy cómico, no había mujeres por la calle y los hombres estaban subiéndose por las paredes, todo eso recayó en mí.
Y yo recaí en que había muchos hombres que iban en cholas de andar por casa en la calle, vagabundos.

El tren brillaba con luces de amanecer.

Mararía, veo el mundo bello, ¡qué bien!


martes, 18 de agosto de 2009

En el lugar de la quietud.


Mi casa es pequeña; hay un armario con poca ropa y muchos chirimbolos, una cama llena de libros y paquetes de tabaco, casi no se puede ni dormir, y por no hablar de cómo está la estantería, hay un escritorio abarrotado de papeles sin sentido, una cocina llena de cafeteras sucias y un gran espacio vacío para bailar sin moverse, me ducho en el río y hago cositas en un agujero en el suelo.


Su espalda está cargada como una cuadriga en la que tenga que ser el conductor quien tire de los caballos. Incluso tuvo que salir antes del instituto.
Los pies están apoyados sobre el arcón, se encuentra cómoda.
Ha lavado la ropa a mano y la ha tendido. Goteaba mucho al principio y del peso que tenía toda la ropa las cuerdas cedían y a medida que la ropa se iba secando las cuerdas subían y subían.
Se despertó tarde y atontada, nada más levantarse vio la hora y la fecha, ahora no las recuerda, al final, se gasta mas energía pensando en cómo pensar que directamente pensando, pero al menos se piensa en cómo pensar; por eso se sentó en la fuente a esquematizar y en la escalinata del teatro del pueblo a esperar.
¡Qué agradable es el aire fresco sin sudor!

Soy incapaz de concentrarme, por eso no escribo, he copiado esto del diario de hace algunos años porque ya me daba pena abandonar esto, le estaban saliendo telas de araña...

Pienso que vivo donde no vivo.
Mararía, ahora me dedico a ver la belleza de la simpleza.

sábado, 8 de agosto de 2009

Duele.


Ya no pienso, ya ni siquiera existo.
Comenzaré abajo y acabaré arriba.
Me duelen las piernas ya que me paso veintitrés horas al día acostada porque levantarme me duele y marea.
Me duele la espalda por lo mismo, blablabla.
Del pecho para arriba todo está inundado de flubber (por decirlo así).
Me duele la garganta.
Tos.
Flemas.
Nariz tapiada como el palacio de Anastasia cuando regresa tras muchos años.
Ojos fotosensibles.
Otitis.
Dolor de cabeza.
Y duele tanto tanto que no soy capaz de dormir más de cinco horas seguidas, me aburro y duele. Por cierto, vean una película que se llama Amar-te Duele, es sudamericana, y preciosa.
No puedo toser porque si toso me duele la cabeza, pero tengo ganas de toser, y así un listado de muchas cosas puercas, no recordaba que la gripe doliera tanto, sobre todo un fin de semana en verano.
Pero lo peor de todo, lo PEOR, es el ESTADO FEBRIL, me aburro, apenas aguanto media hora de ordenador y otra media leyendo, todo a oscuras y me aburro tanto y tengo tanta fiebre que me entretengo imaginando conversaciones.
La última fue una entrevista de trabajo en una especie de granero o habitación de granja, ya saben, si les ofrecen bebidas alcohólicas rechacénlas alegando que no suelen beber (te suelen trancar con cositas así, que también se aprende de la fiebre oye).
Y bueno muchas otras alucinaciones dignas de un honguito que no encuentro palabras ni fuerzas para descibrir, que estoy malita jo.

Mararía, hemos vuelto a los 60s.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Hoy no tengo palabras.

Ha unos días para acá, incluyendo hoy, que no tengo palabras, vivo sumida en la monotonía más absoluta y aburrida y encima me reformo del etilismo que no elitismo así que mi mente se consume entre litros y litros de agua placébica.


Y no tengo palabras porque hoy fui cómplice de una de las escenas más bonitas que he tenido en mi vida, intentaré hacer que se imaginen bien lo que fue.

Esta tarde, como todas las tardes, iba yo en camino al café y me senté en un escaparate de turistas a liarme un cigarrillo, fue entonces cuando reconocí lejanamente una melodía que sabía que me gustaba pero que no reconocía... Aparecieron en escena dos hermanos y una hermana, muy muy pequeños, cogiditos de las manitas y muy tiernos, silbando con perfecta coordinación uno de los terceros movimientos de Mozart, cuando mi cigarrillo en proceso cayó al suelo y yo embobada, sentada, contemplando la belleza, uno de los niños giró la cabeza y reparó en mí, cogí mis bártulos y me fui rápido.

Ojalá de mayores se hagan famosos o algo para que todos puedan disfrutar de la dulzura que emanaban porque hoy el café amargo supo dulce y hoy no hay música que satisfaga mis oídos.

Mararía, hoy se ha roto mi monotonía.

domingo, 2 de agosto de 2009

Bianca.


Cosas que Bianca tiene que decir a diario:

- Le tenemos que embargar el equipo informático que compró el mes pasado...sí...sí...lo siento, órdenes de arriba.
- Le tenemos que embargar el coche que compró el mes pasado...sí...sí...lo siento, órdenes de arriba.
- Le tenemos que embargar la casa que compró el año pasado...sí...sí...lo siento, órdenes de arriba.
- Mira no puedes devolvernos el préstamo, somos conscientes del cierre de su empresa, es así que le embargamos todo aquél sitio donde haya construido su vida...sí...sí...lo siento, órdenes de arriba.

Y cuando todo esto queda dicho y redicho, la gente llora, se desgarra, ¡oh, no! ¡mi caaaaasaaaaa! Todas estas buenas personas son conocidos de Bianca, ella se lleva bien con ellos y le duele en el alma decir todo eso.

Al fin acabó la jornada de trabajo, Bianca regresa a casa, esta vez tocó un recorte de presupuesto en la calle de al lado, el ayuntamiento manda apagar un tramo de luces de una calle cada cierto tiempo para ahorrar dinero y siempre toca por donde vive Bianca y hay un sólo camino para llegar. Ya en casa, ¡qué alivio! y come un guiso pesado en pleno verano.

Echándose la siesta es consciente de que ya no se puede levantar, de que se le cae el mundo encima y se va a desmayar.
- Amaranta, llama a Ernesto (el ex-marido de Bianca) y dile que venga a buscarme.
Estas son las únicas palabras que consiguió articular, en brazos hasta el coche, una vez llegados al ambulatorio silla de ruedas.

Diazepam en vena, mucho hablar y de repente, silencio, vértigo, el mundo da vueltas y es de colores psicodélicos al estilo hippie. No voy a continuar con esto, todos ustedes saben cómo acabará, con rabia descontenida. Silencio, Bianca ya duerme.

Amaranta escucha Protection de Massive Attack.



Mararía, hay cosas que, como ésta, vienen de familia.

miércoles, 29 de julio de 2009

Aroa, no te bajes tanto que nos lo pones duro.


Penetro por la fosa oscura llena de pelos hasta llegar al fondo, muy muy hondo, hasta destrozarlo todo. Soy blanca y refinada y me gustan los cuerpos humanos de todo tipo, no soy racista ni nada parecido, me acerco a todos por igual, narices grandes o pequeñas, negras, blancas o grises, venas anchas, estrechas, colesterólicas... te joderé.
Sí, te joderé la vida, he ahí mi misiva, nacida en probetas asépticas pero puercas hicieron de mí todo un negocio lucrativo y asesino porque doy felicidad y estoy buena.
Una calada, amarga o no, una tras otra, con consumiciones y sin condón, iyección, ha de acabar la lírica sacada del vertedero y yo haré que tú pases de basurero al vertedero, desperdicio humano, tu vida en mis manos corre y se esfuma, desaparece y hace sufrir, desinhibición es mi ambición.
Calor en la nuca, vómito y violaciones, todo eso tengo que soportar, si yo sólo quería dar alegría e hicieron de mi un arma maligna.
Y al final de todo ¿qué queda?
Enfermedades venéreas.
Mararia, hoy me siento muy droguística-cocainística.

martes, 28 de julio de 2009

Cosas sobrias de la noche.

Mara:
*tia tu crees que yo estoy loca?
María:
*primero dime a qué viene la pregunta y luego te contesto xD

Mara:
*todo el mundo piensa que estoy loca
María:
*yo creo que estás mal.
*A nivel emocional, no mental.

Mara:
*emocional por que?
María:
*porque si
*es lo que pienso

Mara:
*pero lo pensaras por algo
*quiero decir, algo falla en mis emociones
*ese algo que falla que es
*yo creo que soy muy incoherente pq voy dando tumbos por las cosas que me rondan en la cabeza sin conexion alguna pero ya esta
María:
*no creo que no haya conexion
*lo que yo creo es que no sabes lidiar bien con ellas
*pensarx
*como que percibes demasiadas cosas del entorno
*y por ello piensas demasiadas cosas de él
*de ahí lo de "los pensamientos incoherentes"
*y los demás piensan que estás loca porque eres muy inteligente y tu inteligencia unida a tu alta capacidad de percepción
*te hace ver la realidad de una forma un tanto distinta
*no porque sea más o menos especial
*sino que muchas de tus pautas de comportamiento escapan de ese "patrón" de conducta "normal"


Mararía, puede ser que no esté loca.

miércoles, 22 de julio de 2009

¡¡¡Joder!!!

No estoy dispuesta a aguantar esto, no hoy, hoy es mi día de llorar y ser sensible.



Mararía, quiero agradecersélo a una persona que jamás leerá esto, ¿cómo?

miércoles, 15 de julio de 2009

Pilares que se tambalean, cuando te toca vivir una vida que no has elegido.

Hay mucho hielo de por medio y, sin embargo, la tensión está baja. Hace unos días hice una de las dos visistas al año que hago a mi padre, siempre lo notaba más viejo, más cansado; pero esta vez no, esta vez estaba más vital, venga vamos a pasear y a hartarnos de helado. Parece como si la energía que consiguió se la robara a mi madre, mea mater, que merece tropecientos mil monumentos, es la única persona que ha conseguido aplacar mi locura.
Estoy sentada en una silla incómoda ¿cómo hacen que los viejos esperen ahí horas para ser atendidos?son unos inmorales bajo juramento hipócrita, apesta, se oyen toses sanguinolientas y se ven cuadros falsos de los feos, pero yo me mantengo impasible, un flujo de tranquilidad en el lugar de la histeria, por una vez me sentí canalizadora de energía positiva.
Hoy me siento poderosa.
Es resentimiento, lo que se siente cuando en la agrupación social donde has vivido siempre los roles se invierten, a la madre le toca hacer de adolescente, a la hija pequeña, la mimada, como siempre y a la hija mayor le toca intermediar y hacer de mamá.
Odio jugar a las casitas.


Mararía, tengo fortuna e infortunios.

domingo, 12 de julio de 2009

¡Qué noches tan tristes son las de los aeropuertos!

Ahora me doy cuenta de que todo lo que parecía eterno desaparece. Que unos se van y otros vienen, los que se van son los más.
No puedo dormir, las cucarachas se mueven por las aceras de la avenida y a veces alborotan a las niñas cursis que vuelven del botellón, ronquidos que trae el viento y también internos, viento que hace crugirr las hojas de los árboles, coches conducidos por bebidos, pisadas, un crujido del suelo, la casa cede, el sofá es duro y no tengo cama, hay cinco colchones abandonados en el cuartito de la terraza, síndrome de abstinencia, tres litros de agua he bebido, una pareja hace el amor, alguien abre una litrona, otra persona enciende un cigarrillo, una puerta se abre, otra chirría, hay corrientes de aire, muelles de colchones suenan, motos, presos de tercer grado y prostitutas a la derecha, a la izquierda cañerías esperando ser compradas, derrapes, huele a sudor. ME ESTOY VOLVIENDO LOCA. Son las cinco de la mañana, no puedo dormir.
Mararía, creo que padezco hipersensibilidad nocturna.

Pútica.

Las bebidas espirituosas que tienen el espíritu de ser baratas me están envenenando y aun así no llego al vómito. ¿A que es asqueroso lo que escribo? Más asquerosas estaban las piedras de tierra y cochinillas.
Tengo los labios morados de tanto tabaco, me pudro, muero lentamentey no soy consciente.
Señores, he aquí una vida normal y aburrida. Quiero beber hasta la perdición, si no el sentido, nunca he conseguido perder el sentido, siento.
Hoy he matado, he ahogado en sustancias ureosas a varios bichitos, no me arrepiento y sin embargo, lo siento.
Mato y no muero, el poder que otorga la juventud. Hay quienes no entienden mi letra.

Mararía, pásame el tequila.

jueves, 2 de julio de 2009

En monasterio o manicomio, enciénrrenme ya.

La ropa interior sucia se mezcla con la limpia, apesta todo y aquí todos vivimos en un comunismo de calcetines. He cenado pan y agua, estoy presa en una funda de móvil. Hola, me llamo Bernarda y soy adicta a los corticoides y a las radiaciones telemáticas. Medita pues.

Me sangra la nariz, otra vez, me envuelven palpitaciones de placer solitarias, sábanas. El mundo ideal que me vendieron por veinte euros, hasta los topes, se desvanece, ahora estoy sola, el placer deviene en miedo, un túnel, ve hacia la luz, al menos dormirás tranquila, ¡mierda! Se apagó la luz, pero hay sombras, ¿sombras sin luz? Bienvenida al centro de desintoxicación Amy Winehouse.


Cuando crees encontrar la conexión y la solución, ¡chas! Error…

Mararía, mis neurotransmisores no funcionan bien.


miércoles, 1 de julio de 2009

La turbiedad del agua me inunda la sandalia izquierda, agua que se sale de un sumidero que se emperran en llamar sifón, me estaba preparando para salir, aunque más bien se podría decir disimulándome para salir, suelo ponerme cosas para ocultarme, pocas son las veces que he querido ser la chica estrella y a pesar de todo, nunca lo he sido.

Estoy borrachísima o peor incluso y tampoco especialmente inspirada, pero tenía ganas de soltarles mi mierda, mierda que peta mentes cual terremoto destruye pisos bajos y altos.
Me fijo en las razas urbanas, tan estéticas, ¡qué asco! menos mal que no soy nada ni nadie.

Mararía, no te preocupes, me haré hueco en tu mente.

martes, 30 de junio de 2009

Fiestas no depravadas.

Acabo de llegar a un piso que no es mi piso y del cual no soy poseedora de ningún cuartucho, llego y veo, pienso, ¡ah! Pero… ¿pienso? Sí, pienso en ellos, eran desconocidos en una discoteca barata y donde dejan entrar a menores tan sólo con que vayan vestidos de negro, estos sujetos nada tenían que ver conmigo, yo no bailaba, pensaba, pero me encanta el sentimiento de unión que parece aflorar en tales sitios, donde todos son amigos; y ésa es básicamente la esencia de lo que quería expresar aquí, me hace dudar si soy un ser súper-social o súper-retraído, o una mezcla de ambas, no me puedo describir así, sólo sé lo que me encanta y lo que me desagrada. A pesar de que me desagrada pensar, no lo puedo evitar.

Perdón a todos, o a los dos que me leen, no escribo sobre cuestiones metafísicas ni nada parecido, tampoco sobre cosas cruciales, sólo quiero plasmar con la mayor sencillez posible qué siento en las cosas que hago cotidianamente para que me conozcan los que me quieran conocer, sólo busco que mi propósito se vea realizado. Y es por ello que reniego de las palabras grandilocuentes, si no salen, o simplemente porque las desconozco, ni tono exacerbado ni nada parecido, porque no soy escritora ni oradora; soy, en sí, Laura.

Mararía, ¿has visto? Ya no soy un número con huellas dactilares, ahora me llaman y me designo, Laura.

P.D.: me encantan los nombres que contienen la “r”, tienen una sonoridad incomparable.

Pesos pesados, introducción a mí.

Se me había olvidado cómo sonaba el papel cuando se rasgaba, se me había olvidado qué se sentía cuando se siente inspiración; se me habían olvidado tantas cosas... Han sido largos meses de frío y de calor hundida entre folios a memorizar sin tener memoria alguna, por eso he olvidado platonismo y vida, olvidé que los hombres temen a las mujeres inteligentes, ateas y de izquierdas, así como olvidé que no hay hechos sino sólo interpretaciones-
Y ahora que llega el tiempo libre, es muy inminente su llegada, recuerdo el papel roto, recuerdo tener ampollas en los pies y recuerdo, recuerdo el sentir por el sentir y sobre todo, recuerdo como desfilosofar sin pensar, que los pensamientos me matan y me alejan del mundo.
Me encanta crear, hacer y deshacer para volver a hacer como si la vida fuese el trapejo de Penélope, me encanta relucir las cosas, renovarlas, me encanta también crear con mis manos, tertulias profundas y no tan profundas porque me gusta también hablar de las gentes que pueblan mi pueblo porque, ante todo, me encanta y me gusta y adoro y amo querer a y ser mi persona.
Y esta soy yo, producto de la sociedad ahora más allá de lo contemporáneo, monitorizada, influenciada por todas las formas de expresión publicitarias, consumista, consumida y acomodada; siempre quiero más y mejor pero no se confundan, de la mediocridad puede salir un rayito de luz, por eso les pido, visto que no puede salir de mí, que anden atentos por si alguna persona emana un rayito de luz sepan captarlo, gracias de antemano.
Olvidando, recordando, encantándome, siendo y ahora... despidiéndome.


Mararía, ¿sabes?, sólo soy un número con huellas dactilares.