Compendio de todo esto de nada.

Mato y no muero, el poder que otorga la juventud porque son las horas que son y no puedo dormir; me estoy volviendo loca con tanto ulular.
Una calada, amarga o no, pero deseando que ellos de mayores se hagan conocidos para que todos puedan disfrutar de la dulzura que emanaban, porque hoy el café amargo supo dulce y hoy no hay música que satisfaga mis oídos.

La belleza de la simpleza...

...la ropa blanca tendida refulgía y el tren que se iba brillaba con luces de amanecer.

Y yo, mientras tanto, parada en mi silla contemplando todo y nada.




lunes, 14 de febrero de 2011

Hipotéticamente.



Me encanta cuando la tira negra te parte la piel lisa en dos, con la tenue luz del amanecer, me encanta la tibieza que desprende tu barriga, me encanta cuando me besas y crees que estoy dormido pero en realidad no, porque me encanta también cuando tu pelo se riza bajo el agua, cuando te pintas las uñas o miras meditabunda la ventana diciendo que no piensas nada (porque nunca dices "pensar en" sino sólo pensar). Por todas estas cosas, odio dormir cuando tú no puedes.
Me encanta cuando se te eriza el vello si te acaricio el cuello, me encanta cuando estás modoso y te tengo entero para mis manos curiosas. Me encanta besarte cuando estás dormido, y luego abres los ojos, también me encanta cuando me miras mientras hago algo normal y te pregunto que qué pasa y me dices que nada. o cuando pones tu cara sobre la mía cuando miro por la ventana y te digo que no pienso nada; cuando en realidad no. Por todo esto, odio no poder dormir y compartir tus sueños.

1 comentarios:

Plata y Opalos dijo...

Vaya,para ser una hipótesis tiene muchísimo peso.
Me encanta.
Y tú también.
A veces no me gusto por lo difícil que es hacer ver cuanto te quiero.