Hay mucho hielo de por medio y, sin embargo, la tensión está baja. Hace unos días hice una de las dos visistas al año que hago a mi padre, siempre lo notaba más viejo, más cansado; pero esta vez no, esta vez estaba más vital, venga vamos a pasear y a hartarnos de helado. Parece como si la energía que consiguió se la robara a mi madre, mea mater, que merece tropecientos mil monumentos, es la única persona que ha conseguido aplacar mi locura.
Estoy sentada en una silla incómoda ¿cómo hacen que los viejos esperen ahí horas para ser atendidos?son unos inmorales bajo juramento hipócrita, apesta, se oyen toses sanguinolientas y se ven cuadros falsos de los feos, pero yo me mantengo impasible, un flujo de tranquilidad en el lugar de la histeria, por una vez me sentí canalizadora de energía positiva.
Hoy me siento poderosa.
Es resentimiento, lo que se siente cuando en la agrupación social donde has vivido siempre los roles se invierten, a la madre le toca hacer de adolescente, a la hija pequeña, la mimada, como siempre y a la hija mayor le toca intermediar y hacer de mamá.
Odio jugar a las casitas.
Mararía, tengo fortuna e infortunios.
miércoles, 15 de julio de 2009
Pilares que se tambalean, cuando te toca vivir una vida que no has elegido.
Publicado por Unscented Flower en 18:35
Etiquetas: Cotidianismo.
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1 comentarios:
Hoy, simplemente, un abrazo lau :*
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