Ahora me doy cuenta de que todo lo que parecía eterno desaparece. Que unos se van y otros vienen, los que se van son los más.
No puedo dormir, las cucarachas se mueven por las aceras de la avenida y a veces alborotan a las niñas cursis que vuelven del botellón, ronquidos que trae el viento y también internos, viento que hace crugirr las hojas de los árboles, coches conducidos por bebidos, pisadas, un crujido del suelo, la casa cede, el sofá es duro y no tengo cama, hay cinco colchones abandonados en el cuartito de la terraza, síndrome de abstinencia, tres litros de agua he bebido, una pareja hace el amor, alguien abre una litrona, otra persona enciende un cigarrillo, una puerta se abre, otra chirría, hay corrientes de aire, muelles de colchones suenan, motos, presos de tercer grado y prostitutas a la derecha, a la izquierda cañerías esperando ser compradas, derrapes, huele a sudor. ME ESTOY VOLVIENDO LOCA. Son las cinco de la mañana, no puedo dormir.
Mararía, creo que padezco hipersensibilidad nocturna.
domingo, 12 de julio de 2009
¡Qué noches tan tristes son las de los aeropuertos!
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3 comentarios:
Me gusta mucho este texto Lau. Parece que los aeropuertos te inspiran, ¿O serán los viajes?
U.U siento la calidad de mis comentarios. Hoy no estoy inspirada.
a partir del 21 de agosto te cantare una nana que hable de aeropuertos cada noche para que puedas soñar todo lo que necesitas.
¿trato?
te quiero lau ;)
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